jueves, 24 de enero de 2008

LA PRIMERA VERDAD


A pesar de que no vuelvo a la casa de mis papás ni amarrada... a veces me siento sola. Como no... todos estamos llamados a vivir con personas y el llegar a tu casa y no tener ni si quiera con quien pelear también cansa.... Y lo del perro que te ladre, TENGO UNO, o mejor una, la Matilda, pero obviamente no es lo mismo.

Hoy me acorde de esto, porque me quedé en la oficina hasta las 21... Concientemente no me queria venir. Era lo mismo... por lo menos hoy. No es para ser mal entendida. Amo mi casa, mis cosas, la tranquilidad y todo eso... pero hoy simplemente no quería llegar. Lo peor fue cuando empecé a llamar a la clásica lista de amigos para ver si alguien se animaba a hacer algo.... cri-cri-cri... NADA. Todos ocupados, cansados, casados, comprometidos y blablabla, cuanta cosa más.
¿Qué hacer entonces? Volverme...

Fue un minuto débil, porque apenas llegué, ya se me pasó... ahora toy con una sonrisa de par en par, pero puedo decirlo: ¡LOS INDEPENDIENTES TAMBIÉN LLORAN!

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